Aunque la actualización del almacenamiento interno no fuera cara al comprar un Mac, hay dos razones por las que todos los usuarios de Mac necesitan dispositivos de almacenamiento externo. En primer lugar, para hacer copias de seguridad de los datos y minimizar el riesgo de perderlos. Y segundo, para transferir grandes cantidades de datos desde sus Macs a otros dispositivos.
Pero cuando se trata de comprar almacenamiento externo, hay un problema: es agotador. Hay muchos tipos y calidades de dispositivos de almacenamiento, y no es fácil elegir uno a la primera. Esta guía le facilitará la tarea enumerando los factores que debe tener en cuenta a la hora de comprar un dispositivo de almacenamiento para su Mac.
1. Capacidad
Comience por evaluar la cantidad de almacenamiento que va a necesitar. Por ejemplo, si tienes un Mac de 256 GB que utilizas para navegación ligera y trabajo de oficina (almacenando documentos y fotos), y necesitas una unidad para hacer copias de seguridad de estos datos, entonces un SSD o HDD externo de 256 GB podría ser suficiente para ti.
Pero, si utiliza su Mac para la edición de vídeo o la manipulación de gráficos, y tiene que almacenar archivos de gran tamaño, entonces es posible que necesite mucho más espacio en la unidad externa. Puede encontrar opciones de SSD y HDD con más de 2TB de espacio de almacenamiento:
- Las unidades de disco duro suelen llegar hasta los 16 TB, y para obtener una unidad de mayor capacidad, tendrás que apilar dos o más juntas, lo que se convertirá en una configuración NAS/RAID.
- Las unidades SSD están disponibles hasta los 8 TB -aunque son muy caras- y para capacidades superiores, de nuevo, tendrás que apilar varias unidades.
- Las unidades flash rara vez están disponibles por encima de los 2TB, también son fáciles de perder y no son excelentes para el almacenamiento de datos a largo plazo.
2. Velocidades de lectura y escritura
La velocidad de lectura y escritura de una unidad se refiere al tiempo que tarda en abrir (leer) y guardar (escribir) un archivo. Los discos duros suelen tener una velocidad de 80-160 mbps. Esto significa que la unidad tardará aproximadamente 15 segundos en transferir un archivo de 2 GB desde su Mac. Esto significa que si su unidad tiene 30 GB de datos almacenados, puede cargar todo en cinco minutos.
Por otro lado, las unidades SSD suelen tener una velocidad de 200-550 mbps, por lo que el mismo archivo de 2 GB tardará 5 segundos en transferirse, y el mismo almacenamiento de 30 GB tardará apenas un minuto en cargarse.
El objetivo aquí es asegurarse de que la unidad que vas a adquirir no es demasiado lenta. Para un uso medio (navegación ligera y trabajo de oficina), un disco duro funcionará bien. En cambio, para un uso intensivo y la transferencia de archivos grandes, sería mejor un SSD.
Si buscas altas velocidades de transferencia, los NAS o RAID no son una opción. Son lentos, hasta 20-30 mbps. Para configurar este tipo de dispositivos para obtener altas velocidades, tendrás que gastar mucho más.
3. Durabilidad
La durabilidad es una consideración importante a la hora de gastar en una unidad externa. No sólo porque estos discos pueden ser caros, sino también porque no querrá perder los datos que almacene en ellos.
- Los discos duros suelen ser duraderos en el sentido de que se pueden sobrescribir y reescribir durante mucho tiempo, y su espacio y velocidad no se deterioran. Sin embargo, los platos giratorios que almacenan los datos pueden dañarse fácilmente si se caen accidentalmente, borrando así todos los datos.
- Los SSD son la opción más duradera de la lista. Son resistentes a los daños por caídas y tienen una larga vida útil.
- El NAS es tan duradero como las unidades que se apilan en él (SSD o HDD). Pero como no se moverá de donde lo coloques en tu casa o espacio de trabajo, no hay nada de qué preocuparse aunque utilices un NAS basado en HDD.
- Las unidades flash, al igual que las SSD, tampoco tienen problemas de durabilidad.
Algunas unidades de disco duro y SSD vienen con cubiertas de goma que pueden evitar algunos daños si la unidad se cae. Si no puedes encontrar un SSD, un HDD con cubierta de goma, como el de Rancco, será una buena protección.
4. Portabilidad
La portabilidad se refiere a la facilidad para transportar los discos externos. Los discos duros de hasta 16 TB y las unidades SSD de hasta 8 TB son casi idénticos en cuanto a portabilidad (aunque los discos duros siguen siendo notablemente más pesados). Sin embargo, más allá de eso, se vuelven mucho más pesados (ya que suelen combinar más de una unidad), por lo que no se recomienda si se busca un dispositivo portátil.
La mayoría de los profesionales (con necesidades de gran capacidad de almacenamiento) suelen llevar varios dispositivos de almacenamiento. Pueden tener un NAS/RAID configurado en su espacio de trabajo, y un pequeño SSD de alta velocidad y capacidad en su mochila.
5. Diseño
Aparte de sus capacidades de almacenamiento y su portabilidad, muchos de estos tipos de unidades también tienen un aspecto diferente. La mayoría de los discos duros y las unidades SSD tienen un aspecto similar: están en pequeñas carcasas de metal o plástico y se conectan mediante un pequeño cable. En cambio, los NAS y los RAID son más grandes, más voluminosos y tienen un aspecto más robusto, y las unidades flash son diminutas.
Si se ha filtrado a una unidad SSD ligera de hasta 1 TB de almacenamiento, entonces Samsung SSD T5 o SanDisk Extreme Portable son grandes opciones. No sólo son rápidas (con velocidades de transferencia de hasta 550 mbps), sino que también tienen un aspecto estupendo. El Samsung T5 tiene un aspecto elegante, mientras que el SanDisk Extreme es una unidad más resistente y duradera.
6. Puertos de conectividad
Asegurarse de que la unidad que compras tiene la conectividad adecuada para tu Mac es importante, de lo contrario puedes terminar gastando aún más en un adaptador. Dado que los Macs tienen en su mayoría puertos USB-C hoy en día, busca unidades que vengan con eso.
Los sistemas NAS y RAID, sin embargo, necesitarían algo como una estación de acoplamiento -otro dispositivo caro- para conectarse a tu Mac.
7. Presupuesto
Dado que todas estas unidades varían enormemente en sus propósitos, diseños y capacidades, también varían en los precios. En nuestra guía de las mejores unidades externas para Mac, hemos reunido varias opciones que puede elegir en función de su presupuesto.
En general, las unidades de disco duro son las más asequibles, pero también son las más grandes y pesadas, y las más propensas a romperse si se caen. Un sistema NAS/RAID será el más caro, pero te ofrece la comodidad de acceder a tus archivos de forma inalámbrica y ampliarlos para obtener más almacenamiento. Para la mayoría de la gente, un SSD es un buen punto intermedio en términos de presupuesto.
¿Qué tipo de almacenamiento externo debería elegir?
Como regla general, dependiendo de la capacidad, los puertos de conectividad y las velocidades de transferencia, elija:
- Una unidad de disco duro si quiere una solución sencilla de copia de seguridad, y la velocidad y la portabilidad no son un gran problema. Le costará entre 20 y 70 dólares.
- Una unidad SSD si no te importa gastar entre 10 y 20 dólares más en comparación con el disco duro y buscas un dispositivo duradero y portátil.
- Una unidad flash USB si necesitas una unidad simplemente para transferir archivos de una unidad a otra, y no necesariamente para almacenarlos a largo plazo. Te costará entre 5 y 30 dólares, dependiendo de su capacidad.
- Un NAS si eres un profesional con muchos datos que simplemente quieres almacenar y no necesitas moverlos a ningún sitio. Un NAS le costará más de 500 dólares, y entre 50 y 200 dólares por cada disco duro/SSD adicional que añada al sistema.
Elija la unidad externa adecuada para su Mac
Un buen enfoque para comprar discos externos es maximizar su presupuesto antes de la compra. En algún momento se quedará sin almacenamiento externo, así que intente comprar una unidad ligeramente mayor que sus necesidades actuales. Esto te ayudará a ahorrar a largo plazo, y también te evitará la molestia de volver a comprar uno.
Para la mayoría de los usuarios, el debate se reduce a las unidades SSD y HDD, ya que ambas son muy similares en la mayoría de los aspectos: ambas tienen velocidades, precios y longevidad decentes. Aunque en general las unidades SSD son más rápidas y fiables, aunque un poco más caras.